Cada vez más empresas a nivel europeo se toman muy en serio la seguridad laboralde sus empleados y colaboradores, especialmente de aquellos que circulan por las carreteras del Viejo Continente, junto con el efecto que tiene sobre el resto de usuarios de las infraestructuras viarias.
En este sentido, DSV ha instalado en sus instalaciones de cross-docking de la localidad sueca de Jönköping una barrera con un alcoholímetro que los conductores que hayan cargado o descargado en la plataforma tienen que superar para poder abandonar el centro.
El sistema está automatizadode tal manera que solo se abre si el chófer se mantiene dentro de los límites legales exigidos para poder circular en el país nórdico. Sin embargo, si el test de alcoholemia indica que el profesional ha consumido alcohol se harán nuevas pruebas y si se confirma el positivo, los responsables de las instalaciones tienen orden de avisar a las autoridades de tráfico.
El operador logístico tiene intención de seguir apostando por más controles que garanticen que los conductores que trabajan para la compañía circulen en las mejores condiciones y ya tiene previsto implantar esta barrera en nuevos centros, empezando por su plataforma de la localidad sueca de Landskrona, en una iniciativa que también se está extendiendo por diferentes puertos del país nórdico.