Los Mossos d'Esquadra han desarticulado un grupo criminal que actuaba en las autopistas catalanas y estaba especializado en los robos de cargas de camiones estacionados en las áreas de servicio y de descanso de la C-25 y la AP-7.
Según la policía catalana en unos cuatro meses, esta banda, integrada por cinco componentes, habría sustraído productos valorados en más de 600.000 euros en 19 actuaciones delectivas que se habrían llevado a cabo principalmente en la C-25, pero que también se extendieron a la zona norte de la AP-7.
Los investigadores han detenido a tres miembros del grupo y, además de recuperar tres furgonetas sustraídas, han intervenido a lo largo de la investigación productos valorados en más de un millón de euros.
A principios del mes de febrero de 2022, la fuerza policial regional tuvo conocimiento de que se estaban produciendo varios robos en las áreas de servicio de la autovía C-25 de San Pedro Sallavinera y Gurb, así como en las de Gironés y La Junquera en la AP -7.
Según los Mossos d'Esquadra, los ladrones se desplazaban a las áreas de servicio en horario nocturno y realizaban los robos aprovechando que el chófer se encontraba durmiendo en la cabina del camión.
Una vez localizaban una mercancía que les interesaba, forzaban la puerta del semirremolque del camión y trasladaban la carga a una furgoneta que habían sustraído previamente, para llevarla a un almacén de la localidad de Vilassar de Mar en el que se ocultaban los artículos robados a la espera de ser distribuidos en el mercado negro.