El número de empresas españolas que externalizan más de una función o proceso productivo confiándolo a un especialista en outsourcing se ha quintuplicado desde el inicio de la crisis económica.
Así lo indica un estudio presentado por CTC Externalización en unas jornadas organizadas por la Fundación ICIL destinadas a determinar los factores que permiten a las empresas gestionar con más éxito el actual clima adverso.
El estudio, realizado a finales de 2011 y principios del presente año, abarcó 1.500 empresas industriales y de servicios en sectores tan diversos como alimentación y bebidas, distribución, laboratorios farmacéuticos y alquiler de automóviles. Su ámbito geográfico comprendió Asturias, País Vasco, Aragón, Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana.
La investigación muestra que en el año anterior a manifestarse la crisis financiera, 2007, sólo el 12% de las empresas consultadas tenían más de una función externalizada. Generalmente, el recurso al outsourcing se circunscribía entonces a procesos periféricos de logística, almacenamiento, apoyo administrativo, etc.
Cuatro años después, el 62% de las compañías consultadas manifestaron confiar en expertos externos para realizar dos o más procesos o funciones que antes se atendían internamente.
Crecientemente, estos procesos van ganando valor añadido: recursos humanos y administración, informática, redes de venta… hasta el punto de que algunas empresas comienzan a entrever un futuro en el que sólo I+D, marketing, dirección financiera, dirección general serán internas.
Durante la Jornada, Procter&Gamble y General Cable han presentado sus casos de éxito en relación con la propia experiencia en externalización con CTC.
Ventajas para externalizar
Entre los motivos por los que las compañías consultadas deciden externalizar se aduce por encima de cualquier otra la necesidad de ganar competitividad a través de la reducción de costes, de acuerdo con el 55% de los encuestados. Un 6% adicional cualifica esta afirmación con la necesidad de convertir costes fijos en variables, mientras que el 22% apunta al incremento en la flexibilidad a la hora de hacer frente a las fluctuaciones en la demanda.
Otras razones, además de las puramente relacionadas con los costes de producción, intervienen cada vez más en la decisión de recurrir a la externalización. Así, un 10% de las empresas consideran que confiar determinadas funciones a expertos externos supone un aumento en la calidad de las mismas, y un 7% afirma que se logra una simplificación de la gestión.
¿Por qué no se externaliza?
Sin embargo, todavía perviven estereotipos entre algunos directivos que limitan la progresión de la externalización. El principal es la creencia de que provoca una pérdida de know-howinterno o una merma en el control de los procesos.
Se piensa que la rotación de personal de las empresas de externalización es muy alta y que los clientes de las mismas “se deben quedar” con el personal que trabaja en sus instalaciones en caso de concluir el acuerdo de externalización.
Otras opiniones apuntan a inquietudes acerca de posibles problemas sindicales y un mayor riesgo de tener accidentes laborales. También afloran temores relativos a una disminución de la calidad, pérdida de autonomía en las decisiones sobre el proceso externalizado e incluso una erosión de imagen de marca.