La llegada del nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación, con sus dudas del pasado verano y la extensión del período de adaptación de la flota hasta 2026, plantea un escenario de drástico cambio culturalpara el transporte de mercancías por carretera.
Más allá de la implantación del aparato de control, el nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación implica de todo un ecosistema informático que implica un aprovechamiento adecuado de todas las capacidades que ofrece, tanto para el control, como para la utilización de sus datos para la mejora de la competitividad de las empresas de transporte.
En este contexto, Continental aspira a convertirse en colaborador al servicio de las empresas para el cumplimiento del Paquete de Movilidad, aprovechando que la nueva versión del tacógrafo inteligente incorpora funciones nuevas y otras parcialmente modificadas, además de proporcionar datos fiables para una la interpretación y control más eficiente en el transporte internacional de mercancías.
El cambio afecta a 800.000 vehículos en toda Europa
Así pues, Alberto Pérez, director de Segmento Tacógrafos y Servicios Telemáticos de Continental Automotive Spain, calcula que unos 800.000 vehículos en toda Europatendrán que actualizar al nuevo aparato de control inteligente en un par de años, lo que obliga a anticipar este cambio para evitar demoras y parones innecesarios o poco oportunos. En España son aproximadamente 100.000 vehículos pesados los que hacen servicios internacionales.
Por ello, la marca insiste en que las empresas de transporte aprovechen las revisiones periódicas en sus flotas para ir actualizando los tacógrafos y evitar problemas ante posibles saturaciones en los servicios.
De igual manera, este cambio no solo implica la sustitución de un aparato de control por otro más moderno, sino que además también conlleva la renovación de los dispositivos para la descarga de los datos del tacógrafo, con el fin de que se realice un volcado efectivo de todos los registros nuevo que incorpora el tacógrafo inteligente de segunda generación tanto desde las llaves o peras de volcado, como en remoto.
Así mismo, los problemas que ha habido este verano con la disponibilidad de los módulos de geoposicionamiento también obligarán a realizar una actualización de softwareque estará disponible en los próximos meses y que también puede realizarse aprovechando las revisiones periódicas.
Además, las tarjetas de conductor también tendrán que ir reemplazándose de manera gradual a medida que vayan caducando para adaptarse al nuevo tacógrafo, lo que implicará un aumento de su capacidad de almacenamiento de registros hasta los 56 días.
Con todos estos cambios, el fabricante desarrolla una intensa campaña de divulgaciónpara que las empresas y los autónomos del sector conozcan en detalle todo el proceso de cambio y cuenten con la ayuda necesaria.
Por su parte, Eduardo Gómez, director gerente en Continental Automotive Spain, inserta la llegada de este nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación en un proceso más amplio de transformación digital y energética que afecta a toda la industria automovilística y que en el caso de esta compañía le ha llevado a orientarse hacia una movilidad sostenible, inteligente y autónoma, que implica iniciativas en colaboración con grandes empresas tecnológicas como Aurora o Google para aprovechar las oportunidades que ofrece este cambio de gran calado.