Colonial ha culminado el lunes 9 de julio de 2018 su fusión con la socimi Axiare, al comenzar a cotizar los 19,27 millones de títulos que ha emitido para realizar el intercambio de acciones. En total, se ha hecho con el 13,14% de la sociedad que no controlaba, tras la adquisición del 86,6% del capital a través de una OPA en 2017.
La operación implica la extinción de Axiare mediante su disolución sin liquidación y la transmisión en bloque de todo su patrimonio al comprador, que adquiere por sucesión universal también sus derechos y obligaciones.
Los activos de la sociedad resultante están valorados en 11.079 millones de euros. Colonial seguirá enfocada al alquiler de oficinas, aunque podría quedarse con los 11 centros logísticos que aporta Axiare, valorados en unos 300 millones de euros.
No obstante, la idea inicial es la desinversión, al no tratarse de activos estratégicos para el grupo, que concluye de esta forma, y en el plazo estimado de mediados de año, la fusión con la que pretende consolidar su posición en el sector inmobiliario.
Su intención es dar respuesta a los actuales retos en este ámbito mediante el fortalecimiento de su posición competitiva en España. A partir de ahora, generará una facturación por rentas de unos 350 millones de euros anuales, que superará los 500 millones en el horizonte de 2022, una vez que se materialicen todos los proyectos en desarrollo.