La inestabilidad económica, la desaparición acelerada del consumo masivo y su sustitución por un mercado más personalizado y segmentado, el creciente proteccionismo y los retos que plantea el importante aumento de población urbana que se prevé para las próximas décadas marcan una senda de cambio radical para la gestión logística.
Esta transformación implica también una necesidad imperiosa de contar con profesionales más adaptados a estos cambios y que combinen de manera natural, como destaca José Luis Galiana, en el desayuno 'Retos y Desafíos del Logístico del Mañana' organizado por Logistun celebrado esta misma semana en Madrid, "una visión global de la cadena de suministro con un punto de vista local".
En este sentido, el logístico del mañana tendrá que conocer a la perfección cómo funciona el canal de e-commerce y la logística inversa, prestar una especial atención a la responsabilidad medioambiental en la gestión de la cadena de suministro, centrar su atención en dar servicio a un consumidor más conectado e informado y, sobre todo, conocer las herramientas tecnológicas a su alcance y, como refiere Galiana, "saber implementarlas y aprovechar todo su potencial", en un mercado hipercompetitivo.
Los mandos intermedios, al poder
Esta tendencia no implica a priori cambiar los perfiles profesionales del sector logístico, sino adaptarlos a nuevas realidades que están transformando la gestión de la cadena y que obligan a las empresas a desarrollar estrategias propias de adaptación buscando, por ejemplo, nichos propios, más que a seguir al líder del segmento, con el fin de lograr una mayor diferenciación.
De igual modo, esta evolución marca un cambio en la estructura laboral dentro del segmento logístico, con un estrechamiento de la pirámide laboral que implica que a los mandos intermedios se les estén trasladando nuevas funciones y que poco a poco van marcando diferencias de competitividad entre aquellas empresas que han apostado por la formación y la innovación, frente a aquellas otras que se han estancado en modelos profesionales que se van viendo sobrepasados con el paso del tiempo.
Así pues, el sector logístico necesita crear estrategias para atraer talento, hacer más atractivo el sector y conseguir contar con profesionales que le ayuden a aglutinar y conectar todos los datos que genera el movimiento de la mercancía a lo largo de la cadena de valor y que ahora están dispersos, con el fin de ganar agilidad y flexibilidad, hasta el punto de que profesionales que, a priori, no deberían tener que tomar decisiones estén capacitados para tomarlas, llegado el caso.