Hasta ahora, el esquema tradicional solía ser el diseño de un plan de prevención de riesgo, la experiencia de una interrupción, el diseño de un plan de recuperación y vuelta a la normalidad. De esta forma, muchas empresas han creado planes de contingencia que puedan aplicar en caso de que se produzca un desastre o una interrupción en la producción o en el flujo de materiales. Sin embargo, la llegada de las cadenas mundiales de suministro 'just-in-time', combinada con el repunte de las interrupciones en las mismas, tanto naturales como artificiales, significa que lo que ha sido planeado hasta ahora ya no es suficiente.
DHL Supply Chain ha recogido la tendencia, apuntada por el Foro Económico Mundial, WEF, del aumento de la volatilidad en las cadenas de suministro globalizadas e interconectadas. Ante esta inclinación, según el operador logístico, lo necesario ahora es actualizar el enfoque en la gestión de riesgos, que hasta ahora estaba planificado para tiempos más estables.
En este sentido, el WEF aboga por una cadena de suministro más resiliente, que no sólo reduzca y se recupera de los riesgos, sino que también anticipe, se ajuste rápidamente, e incluso capitalice los eventos o las interrupciones no previstos en la cadena de suministro. Por ello, muchas empresas están confiando en partners 3PL que les ayuden a facilitar esta capacidad de recuperación, garantizando la continuidad de la cadena de suministro en cualquier condición.
Planificación
A menudo, el diseño tradicional de la cadena de suministro significaba la contratación de centros, ya sean de propiedad o por medio de asociaciones, para dar cabida a picos de actividad. Sin embargo, el coste de mantenimiento de este exceso de capacidad, combinada con los ciclos de vida más cortos de los productos de hoy en día, una mayor exigencia de los consumidores y el aumento de la volatilidad que viene con la expansión de la globalización, hacen que este enfoque no siga siendo válido.
El riesgo inherente a este tipo de "redes inflexibles" ha quedado patente a raíz de algunos desastres recientes, como el tsunami japonés o las erupciones volcánicas en Islandia, así como la inestabilidad política e incluso las interrupciones diarias a consecuencia del bajo rendimiento de algunos proveedores de servicios logísticos o por la falta de exactitud en las previsiones.
Así, según DHL, cuando se interrumpe el flujo normal de las actividades de la cadena de suministro, las empresas pueden experimentar pérdidas financieras, aumentos de costes, disminución de cuota de mercado, pérdida de clientes y, posteriormente, puede repercutir en la imagen y la marca de la compañía. Además, estos impactos pueden ser de larga duración; según una investigación realizada por Accenture, las interrupciones significativas en la cadena de suministro han provocado una caída de las acciones del 7% de media en las compañías afectadas.
Ante este nuevo reto, los operadores mundiales de las cadenas de suministro están respondiendo mediante la búsqueda de formas más flexibles que amplíen la capacidad de adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes del mercado. Una cadena de suministro más flexible que les permita tanto reducir el riesgo como preservar las inversiones, y que suponga una ventaja competitiva También supone una ventaja competitiva, al permitir reorientar de manera más rápida los recursos y pasar a estrategias y tácticas alternativas para mantener el flujo de materiales y productos.
Una marca de ordenadores con sede en EEUU, por ejemplo, ha organizado su red de distribución de tal manera que en el caso de que la cadena de suministro sufra algún tipo de alteración importante los portátiles puedan ser enviados directamente desde el fabricante chino contratado a los clientes individuales de los Estados Unidos a través de los servicios de envío nocturnos.
En general, según una investigación elaborada por Accenture y el MIT, las empresas que son más dinámicas a la hora de responder a una anomalía en las cadenas de suministro pueden llegar a ser hasta un 75% más rentables que otras compañías menos adaptadas.
Proveedores 3PL
Muchas empresas están creando fuertes relaciones con los proveedores de logística a terceros para diseñar y pactar unas cadenas de suministro que sean flexibles y resilientes, ya que muchos de estos operadores logísticos cuentan ya con la experiencia y el equipamiento necesario para dar respuesta a una demanda dinámica.
Así, una de las posibilidades es crear una nueva red de la cadena de suministro que cuenta con centros de distribución redimensionados y con ubicaciones estratégicas, con lo que se puede responder con rapidez a las tendencias e interrupciones que se producen, al permitir cambiar dinámicamente el cumplimiento entre sus instalaciones.
Las mejores prácticas en la consolidación de la resiliencia también incluyen un seguimiento de la cadena de suministro con el que identificar los riesgos y desarrollar alternativas que aseguren su funcionamiento. Esto implica una continua vigilancia de las condiciones de la misma a través de una torre de control que permita identificar los primeros signos de perturbación o fluctuación de la demanda, el riesgo o el alcance. Estos servicios se ofrecen a través de herramientas como el programa Resilience360 de DHL.
En resumen, las cadenas de suministro que siguen los principios 'lean' ofrecen eficiencia y ahorro de costes, pero los operadores logísticos que funcionan a nivel mundial han aprendido que en las condiciones volátiles actuales, 'lean' debe compensarse con la capacidad de recuperación, según el operador alemán. "La verdadera resiliencia de la cadena de suministro permite el crecimiento y la ventaja competitiva, y no sólo evitar la interrupción y la mitigación de daños".