Últimamente, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana parece una estera a la que van a dar golpes de todas partes. Forma parte del papel de las Administraciones y es la responsabilidad de los que están para tomar decisiones.
La publicación oficial ayer de una norma que flexibiliza los tiempos de conducción y descanso de los conductores para facilitar los servicios de transporte alterados por el paro patronal ha provocado las críticas sindicales.
En concreto, Comisiones Obreras defiende que "los trabajadores asalariados seguimos siendo rehenes y víctimas del caos del sector con la complicidad del Ministerio de Transporte".
De este modo, según la central sindical, "se rescata por segunda vez a las empresas del transporte mientras se hunde y deteriora cada vez más el futuro de los conductores asalariados para quienes ya no existe relevo generacional".
Por ello, los representantes sindcales estiman "vergonzosa esta resolución que supone un atentado contra la seguridad y salud de los trabajadores. Después de sufrir insultos y agresiones por parte de autónomos y pequeños patronos que han puesto en riesgo su integridad física, con el consentimiento de algunas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, ahora se les permite por ley a los agresores que sus empleados trabajen a destajo para sacar la mercancía".
Consecuentemente, Comisiones Obreras pide "explicaciones al Ministerio de Transporte y un reconocimiento público expreso a la labor de los conductores asalariados en esta crisis mediante la adopción de medidas concretas que pongan fin a la precariedad laboral en el sector".