Tras varios años de sucesos que han implicado roturas en algunas de las cadenas de suministro más globalizadas y complejas, la gestión logística evoluciona para conseguir ganar resiliencia y agilidad ante un entorno incierto y en el que los riesgos se multiplican.
En un contexto en el que la gestión de las cadenas de suministro evoluciona, tal y como lo ha hecho siempre, para adaptarse a los cambios que se producen se abren paso cinco tendencias para impulsar la resiliencia, según Maersk.
La primera de ellas está relacionada con un análisis de las áreas más críticasde cada cadena de suministro. Para controlar posibles situaciones de dependencia se puede elaborar planes de contingencia para analizar posibles escenarios adversos.
En segundo lugar, es importante aprovechar todo el potencial que pueden aportar las nuevas tecnologías para controlar las cadenas de suministro a través de una visibilidad integral de las operaciones. En este sentido, a mayor grado de digitalización de las cadenas de suministro, mayor es su capacidad para recoger datos, transformarlos en información pertinente y aportar capacidades predictivas ante posibles disrupciones.
[sumario]Para adaptarse a los cambios que se producen en las cadena de suministro, se abren paso cinco tendencias para impulsar la resiliencia.[/sumario]
Por otra parte, la gestión de riesgos en la cadena de suministro se ha convertido en una obligación en el sector durante los últimos años, dados los acontecimientos que han sacudido el panorama mundial desde finales de 2019. Así pues, identificar riesgos, monitorizar amenazas y diseñar alternativas se ha convertido en un eje esencial para conseguir cadenas de suministro resilientes.
En cuarta posición, la preparación y el adiestramiento de los trabajadores para que actúen adecuadamente ante cualquier posible contingencia es otro elemento clave para que las cadenas de suministro puedan responder con agilidad ante escenarios adversos.
Por último, Maersk aboga por invertir en el resto de colaboradores de la cadena, con el fin de evitar que el más débil de los eslabones suponga un riesgo para todo el sistema. Fortalecer puntos críticos es una de las prioridades también para conseguir cadenas de suministro resilientes.