Los cambios normativos impulsados por armadores y puertos en relación con la descarbonización y la sostenibilidad se están haciendo notar ya en el transporte marítimo, y los cargadores están empezando a introducir cambios reales en sus procesos de contratación para adaptarse a estos nuevos retos. En menos de cuatro meses empezarán a aplicarse en Europa los nuevos impuestos sobre el carbono introducidos por el régimen de comercio de derechos de emisión. En este sentido, el Indicador de Intensidad de Carbono de la Organización Marítima Internacional, que controla la eficiencia energética de los buques, empezó a aplicarse en enero y ya está influyendo tanto en la velocidad a la que navegan los portacontenedores como en el tipo de buques que encargan las navieras. La consultora Drewry ha seguido de cerca el mercado y ha desarrollado un conjunto de buenas prácticas de sostenibilidad que cargadores y beneficiarios de la carga pueden aplicar en sus procesos de contratación:
- Especificar las emisiones de CO2 y/o los recargos del Esquema de Comercio de Derechos de Emisión en la oferta
Algunos beneficiarios de la carga ya están pidiendo a los operadores que especifiquen en sus ofertas las emisiones de CO2 de los servicios que ofrecen y ya hay cargadores que están tomando decisiones basadas en estos datos. Por ello, Drewry ha desarrollado mejores prácticas sobre la asignación de volúmenes teniendo en cuenta la sostenibilidad, para ayudar a sus clientes en el proceso de selección. Algunos cargadores están rechazando los intentos de las navieras de cobrar cargos ETS separados en las rutas hacia/desde/dentro de Europa, y otros reclaman que estén covenientemente desglosados dentro de la oferta.
- Evaluar y validar los cargos del Esquema de Comercio de Derechos de Emisión
En 2022, Maersk estimaba que el coste del ETS sería de 170 euros/FEU desde el Lejano Oriente al norte de Europa. Sin embargo, a principios de septiembre, las principales navieras no habían hecho públicos los nuevos recargos por ruta a partir de enero de 2024 y no han explicado cómo repercutirán los costes adicionales ni cómo se han calculado. Para validar las reclamaciones que puedan producirse, Drewry ha lanzado una nueva herramienta de costes, que está a disposición de los cargadores para utilizarla en cualquiera de las rutas principales.
- Medir las emisiones de CO2
Los cargadores ahora reciben informes de emisiones de CO2 de algunas navieras, pero no todos utilizan un método estandarizado para medir las emisiones de CO2, por lo que pueden ser difíciles de utilizar para tomar decisiones o monitorizar los resultados de sostenibilidad. Por ello, Drewry ha firmado un acuerdo con 'Smart Freight Centre' y recomienda el uso de su sistema estandarizado 'GLEC' para la medición de emisiones. Asimismo, la nueva Guía Comparativa de Proveedores de Medición de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero de la consultora servirá para ayudar a los operadores a elegir un proveedor.
- Iniciar un programa de sostenibilidad centrado en el transporte
Cada vez más beneficiarios de la carga están implantando medidas para favorecer la sostenibilidad en el transporte, y tratan de aplicar medidas operativas y estrategias relacionadas con la sostenibilidad en el transporte marítimo. A través de sus talleres, Drewry ayuda a los transportistas a organizarse para crear un programa de sostenibilidad del transporte marítimo, teniendo en cuenta aspectos como la gestión de las relaciones con los proveedores, la puesta en marcha de programas de sostenibilidad de los proveedores y los indicadores de rendimiento.
- Revisar el lenguaje del contrato con la naviera y/o transitario
Es de esperar que las navieras y transitarios busquen realizar cambios en sus contratos de 2024 por la nueva normativa sobre emisiones. Algunos ya han enviado a los cargadores una nueva redacción del contrato, más favorable para sus intereses. En este contexto, Drewry recomienda definir claramente las cláusulas contractuales para mejorar la transparencia y equidad en torno a las tasas por el cumplimiento de estas normas.