La Generalitat de Cataluña ya tiene en la mesa un proyecto de ley para articular un impuesto que gravará la contaminación que generan los grandes buques atracados en sus puertos.
Esta iniciativa ya ha superado sus fases de audiencia y de información pública, por lo que las autoridades regionales catalanas esperan que se apruebe en breve para aplicarse a embarcaciones con más de cinco mil toneladas de arqueo bruto.
El impuesto supondrá que navieras y armadores de ferries, graneleros, portacontenedores, cruceros, petroleros, cargueros y otros considerados grandes barcos que atraquen en puertos catalanes deberá abonar un euro por kilogramo de NOx y partículas emitidos por embarcación.
Dado que el objetivo es ambiental y no recaudatorio, se han establecido bonificaciones para aquellas naves que dispongan de un certificado acreditable de mejora energética, así como reducciones de la base imponible por conexión a la red eléctrica portuaria del puerto.
De igual modo, también se bonifican las escalas que realizan las empresas prestadoras del servicio de las líneas de interés público, con origen y destino en Baleares. Así mismo, quedarán exentos del impuesto los grandes buques que presten servicios públicos, los que se ven obligados a atracar o fondear en caso de peligro o fuerza mayor y los que realicen actividades de ayuda humanitaria.
La Generalitat espera recaudar con este nuevo impuesto unos 7,5 millones de euros.