La modificación en la regulación del tránsito de salida del puerto de la Las Palmas por la Plaza de Belén María está provocando un caos circulatorio constante en los accesos y las salidas del recinto portuario.
Con el fin de mejorar la seguridad y potenciar la lucha contra el tráfico de sustancias ilegales, la Guardia Civil ha reforzado los controles en los accesos al enclave que, sin embargo, están produciendo importantes perjuicios para todos los usuarios del puerto y, en especial para las empresas de transporte, como informa la Federación de Empresarios de Transportes de Canarias, FET.
Las numerosas entradas y salidas del recinto portuario que tienen que hacer los vehículos de carga implican, a juicio de la organización empresarial, "la imposibilidad de cumplir con la distribución logística de las cargas en tiempo y forma", situación que se agrava con la llegada de los ferries de Naviera Armas o de Fred Olsen.
Colas paralizadas
Los cambios implican que se haya implantado una cola única de salida para vehículos particulares y otra cola única de salida para camiones, por lo que "cuando los agentes de control deciden realizar cualquier tipo de actuación sobre un vehículo, queda paralizada toda la cola de salida".
Ante esta situación, la FET cree que "sería posible utilizar cualquiera de los otros carriles existentes, que ahora han quedado anulados por conos, para apartar en ellos a los vehículos que requieran algún tipo de control y permitir la salida fluida del resto".
Para intentar encontrar una solución, la patronal canaria ha solicitado una reunión de coordinación a la Delegación del Gobierno en Canarias y a la Autoridad Portuaria de Las Palmas, con el fin de que se permita a las empresas de transporte "cumplir con los horarios de entrega de mercancías en un entorno que ya de por sí es muy hostil, con problemas fluctuantes de demoras en las terminales de contenedores, un bloqueo de tráfico permanente en la zona del istmo, a lo que este nuevo control de salida contribuye a estrangular".