La actividad del sector servicios ha crecido ligeramente en agosto y, al tiempo, las entradas de nuevos pedidos han retrocedido por primera vez desde principios de año, según el último PMI.
Como consecuencia de esta menor necesidad productiva, el crecimiento del empleo también casi se ha estancado, mientras que la confianza en el futuro se mantiene frágil, pese a haber mejorado desde julio.
De igual modo, los precios siguen reflejando los efectos que los elevados índices de inflacióntienen para los costes operativos de las empresas, aunque también se observa un crecimiento de los precios más moderado, toda vez que las ventas tanto en el país como en el extranjero han sido más bajas.
En concreto, los nuevos pedidos de exportaciónhan caído por segundo mes consecutivo y a un ritmo más pronunciado que el registrado para los nuevos pedidos en general.
El clima general apunta a que la economía española ha dado un nuevo paso hacia el estancamiento en agosto, mes en el que el sector servicios ha seguido la tendencia del sector manufacturero al registrar solo un crecimiento marginal.
En este contexto, la alta inflación y la inestabilidad general del mercado condicionan la actividad de las empresas, mientras que el temor a que estos factores se mantengan durante los próximos meses se suma a la preocupación de que la economía parece encaminada hacia una posible recesión y un fin de año incierto.