La ministra, con un enfoque que busca congraciarse con el sector del transporte galo y apaciguar las dudas que hayan podido surgir tras sus primeras manifestaciones al respecto, a los pocos días de acceder al nuevo cargo, cree necesario un dispositivo que grave específicamente a los transportistas de otros países ya que estos no están sometidos a otros impuestos franceses, en particular el de los carburantes.
Royal ha señalado que muchos camioneros atraviesan Francia sin repostar, al haberlo hecho previamente en países limítrofes, citando en particular España y Luxemburgo, para pagar el carburante más barato.
Así, la tasa podría establecerse directamente en la frontera u obligando a los transportistas a usar las autopistas pagando sus correspondientes peajes.
En este último caso, la ministra ha precisado que las sociedades concesionarias, que fueron privatizadas por debajo de su valor y dan muchos beneficios, tendrían que hacer una aportación al presupuesto para financiar la construcción y reparación de infraestructuras de transporte.
En busca de la "idea feliz"
Inspirada en el modelo suizo, otra idea sería que los camiones abonen a su llegada al país galo, una "viñeta" en la frontera. Esto evitaría el dispositivo de la polémica eco-tasa, suspendido por las masivas protestas que se produjeron en contra, en particular en la región de Bretaña.
Con la ecotasa se exigiría a los transportistas que pagasen por la utilización de las carreteras exentas de peaje, para financiar la construcción y la remodelación de la red viaria del país.
CETM denuncia la medida por ser discriminatoria
La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) denuncia que, de llevarse a cabo, se trataría de una medida "discriminatoria", que debe provocar la reacción de la Unión Europea ante una norma que vulnera de manera "manifiesta" la libre competencia entre los estados miembros , según declaraciones de Dulsé Díaz, director de comunicación de la patronal, a ABC.
Esta medida, influiría especialmente sobre las exportaciones españolas, que han permitido a los transportistas paliar los efectos de la crisis y que con esta nueva tasa sobre el transporte, se podrían ver perjudicados, haciéndoles "perder competitividad" en el mercado galo.
En definitiva, Francia podría estar estudiando una medida similar a la puesta ya en marcha en el Reino Unido, que impone tasas a todos los transportistas por igual, sean o no extranjeros, pero que después compensa para los camiones del país con bonificaciones fiscales, como sucede con el impuesto de circulación inglés.