El control de la ola ómicron del covid parece que ha impulsado la producción industrial y de servicios española, según los últimos datos del PMI, que, sin embargo, no reflejan el impacto brutal de la invasión rusa de Ucrania, que habría dado al traste con este optimismo.
Durante el mes han crecido los pedidos y ha aumentado la producción, aunque, al tiempo, se ha notado cierta presión en la capacidad, salvo en el comercio exterior, en el que se sigue detectando una persistente debilidad en la demanda procedente de algunos mercados.
En este contexto, el indicador de producción ha registrado su mayor crecimiento desde el pasado mes de noviembre, hasta colocarse en un índice de 56,6 puntos, frente a los 46,6 del pasado mes de enero.
Las presiones que se registran en costes, especialmente los laborales, de la energía y de suministros, siguen siendo una cuestión a solucionar para las empresas, por lo que parecen más dispuestas a trasladarlos a los clientes.
Así pues, la inflación y la espiral generada en los incrementos de costes se ha convertido en la principal preocupación de las empresas españolas