La naviera Baleària ha presentado una solicitud para optar a los fondos CEF ‘Connecting Europe Facility’ en relación con el uso de del gas natural en el transporte marítimo, como combustible no contaminante.
El proyecto presentado, para el que se solicitan las subvenciones, contempla la remotorización de cinco de los ferrys de la compañía, con motores alimentados por gas natural, menos contaminantes que los actuales.
En el proyecto se contempla que uno de esos barcos sería asignado al reinicio de la autopista del mar entre los puertos de Gijón-Nantes (Francia).
Tal y como se recoge en el digital ‘La Nueva España’, en la carta de intenciones presentada ante las autoridades competentes europeas la solicitud se ha presentado conjuntamente con los puertos de Gijón y Nantes, la Autoridad Portuaria de Valencia y Gas Natural Fenosa y el respaldo de Puertos del Estado, siempre que se las ayudas obtenidas se vinculen a la reapertura de la ADM con Nantes.
Ayuda insuficiente para la ADM
Del total de la inversión prevista, que ronda los 12 millones por buque, las ayudas por el uso del gas natural alcanzan como máximo un 20% de la inversión total, por lo que, tal y como se avanza desde la naviera esas ayudas serían insuficientes para poner en marcha la conexión marítima sin contar con otras subvenciones específicas para las autopistas del mar y destinadas a cubrir el déficit de los primeros cuatro o cinco años.
El plazo de solicitud a los fondos CEF se ha cerrado este pasado sábado 14, y antes del próximo mes de octubre no se conocerán los proyectos que resultan merecedores de las ayudas europeas, por lo que cualquier decisión sobre la reapertura de la autopista del mar, no se conocerá hasta, al menos, el último trimestre de 2018.
La línea entre Gijón y Nantes se suspendió en septiembre de 2014, una vez que terminaron las ayudas que estaba percibiendo la naviera francesa LD Lines que la puso en marcha.
La naviera, que recibió a principios de abrilel primer ferry del Mediterráneo que utilizará gas natural como combustible, invertirá 200 millones de euros en la construcción de dos embarcaciones de este tipo, que les permitirán reducir en un 30% las emisiones de CO2, en un 85% las de NOx y en un 100% las de azufre y partículas.