Apenas una semana después de que la administración de Ceuta presentara el primer informe técnico sobre las intenciones de la Ciudad Autónoma de constituir una naviera con capital social total o parcialmente público, Balearia se ha comprometido con la ciudad a "seguir buscando soluciones" de mejora tarifaria para turistas y residentes en Ceuta.
Así se ha acordado en una reunión mantenida esta semana entre el presidente de la naviera, Adolfo Utor, y el alcalde-presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas.
Durante el encuentro, desde la naviera han remarcado que estas soluciones deberán ser siempre compatibles con el actual reglamentoque regula las bonificaciones de los residentes, y deberán contar, en este sentido, con el correspondiente consentimiento de la Dirección General de la Marina Mercante.
Por su parte, la Ciudad se ha comprometido a considerar la necesidad de establecer una reducción de las tasas portuarias, que tienen un coste fijo que actualmente supone más del 25% del precio de los billetes, de modo que cualquier bajada de tarifas provoca un aumento de este porcentaje.
Subvenciones del Estado
Además, la compañía también ha propuesto a la Ciudad que considere la posibilidad de solicitar al Estado que la subvención de residente se establezca como un coste fijo y un 50% del precio del billete, como están actualmente solicitando las autoridades de Baleares.
Según indican desde la naviera, una cantidad fija permitiría una mayor flexibilidad a la baja de las tarifas y evitaría problemas jurídicos para establecer tarifas reducidas para turistas y familiares no residentes, sin que supongan ningún perjuicio para las arcas públicas.
En este sentido, Balearia considera que reduciendo o eliminando las tasas portuarias y cambiando el sistema de devolución del descuento de residente, el nivel de calidad del transporte de Ceuta se mantendría y los precios podrían mejorar de forma importante.
Junto a estas posibles soluciones, la compañía y la Ciudad seguirán estudiando otras alternativas.
Ampliar el número de butacas
En otro orden de cosas, la naviera está estudiando la posibilidad de ampliar el número de butacas mediante el cerramiento de espacios exteriores en el ferry 'Passió per Formentera', para que la capacidad de pasajeros en las cubiertas interiores aumente de forma sustancial y, de esta forma, evitar futuras restricciones o situaciones como las acontecidas el pasado domingo.
La naviera recuerda que en junio de 2015 ya se incorporaron 128 butacas, una cifra que a la luz de los hechos se ha visto insuficiente. Esta ampliación estará condicionada a la renovación del contrato de la línea de interés público, que expira el próximo 31 de diciembre de 2016.