La construcción del nuevo centro logístico de Mango en Llissá de Munt, Barcelona, con una superficie de 93.000 m², que se puso en marcha el pasado marzo de 2013 con la aprobación del mismo por parte de la Comisión de Urbanismo de Barcelona, avanzan a buen ritmo para su entrada en servicio entre 2015 y 2016.
Una vez finalizadas las obras, el edificio principal alojará un centro de distribución de 93.000 m², comunicado con las naves perimetrales del sector, a través de túneles subterráneos que salvarán la conectividad por el subsuelo. En este centro se efectuará el almacenaje y la gestión del producto, y la posterior distribución a las 2.500 tiendas que tiene en todo el mundo.
La instalación contará con un almacén robotizado de 40 m de altura, con diversos silos de almacenaje, además de sistemas de distribución y operación de mercancías.
El proyecto de “parque logístico” de Mango se entiende a medio y largo plazo con la construcción de nueve naves logísticas, si bien a partir de la primera nave, las siguientes ocho se entenderán como una ampliación que se irá completando en los próximos diez o 15 años.
El proyecto en su conjunto supondrá al finalizar una superficie total de 300.000 m², a los que se sumarán otros 100.000 m² que serán destinados a servicios. Lo que supondrá una inversión total para la compañía de unos 360 millones de euros.