Hace casi una década que el puerto de Barcelona apostó por el GNL como combustible de transición por sus beneficios respecto a los combustibles tradicionales, pues emite entre un 15 y un 20% menos de emisiones de gases de efecto invernadero, reduce de un 30 a un 40% las emisiones de óxidos de nitrógeno y prácticamente elimina los de óxidos de azufre y las partículas en suspensión.
Este año, el 20% de las escalas de cruceros que se realizarán en el puerto serán de cruceros que pueden operar con GNL, lo que confirma el éxito de la estrategia de la institución para atraer a la capital catalana a los barcos más respetuosos con el medio ambiente.
En concreto, estos buques a GNL pertenecen a las compañías Aida, Costa, P&O y MSC. Esta última se estrenará en Barcelona con un barco a GNL, el 'MSC World Europa'.
En febrero, también se estrenó la primera gabarra de suministro de GNL con base permanente en Barcelona, el primer puerto del Mediterráneo que dispondrá de este servicio. Con 5.000 m3³ de capacidad y 92 metros de eslora, dará una importante ventaja competitiva al puerto en el servicio de bunkering de GNL.
Al uso de barcos menos contaminantes se suma el hecho de que el 62% de las escalas serán de cruceros con menos de 10 años. De hecho, nueve son barcos de nueva construcción que harán su primera escala en la ciudad condal: 'MSC World Europa', 'Norwegian Viva', 'Explora I', 'Scenic Eclipse II', 'Seabourn Pursuit', 'Seven Seas Grandeur', 'Silver Nova', 'Viking Saturn' y 'Vista'.
En su mayoría pertenecen a los segmentos premium y lujo, y todos ellos, exceptuando el 'Norwegian Viva' y el 'Explora I', tienen su puerto base en Barcelona.
Previsiones para 2023
Cabe apuntar que la previsión de escalas de cruceros del puerto para 2023 se mantiene estable en relación a 2022, con unas 800 escalas, un número muy similaral del año anterior, con un importante porcentaje de escalas de puerto base.
Así, los cruceristas de puerto base aumentarán este año hasta el 58%, un hito que se podrá alcanzar toda vez que han ido desapareciendo las restricciones debidas por la pandemia.
Por otro lado, una de las novedades en el ámbito de las infraestructuras será el traslado, en las próximas semanas, de la operativa del Muelle Barcelona Nord al Muelle Adosado, lo que significa que los cruceros dejarán de atracar en esta zona más cercana a la ciudad.
En esta línea, el puerto trabaja en el desarrollo de su plan Nexigen para la electrificación de muelles, con el objetivo de que los primeros cruceros puedan conectarse a la red eléctrica de energía renovable en 2026.