La gran demanda de espacio logístico que están generando sectores como el retail o el e-commerce, sumada a la falta de disponibilidad existente en determinadas zonas está llevando en según qué casos a explorar otras opciones, como pueden ser la reconversión de espacios de venta o industriales.
En España, ya hay varios ejemplos de esta tendencia, destacando en el caso de Cataluña la reciente adquisición por parte de Segro de una parcela en Martorelles, Barcelona, donde anteriormente se ubicaba la fábrica de motos Derbi.
En la misma localidad, ha llegado a un acuerdo con Stoneweg para comprar la antigua planta de Valeo, que ahora ocupa Class Plastics, de cara a su transformación en un centro logístico una vez finalice el contrato con el inquilino.
Además, en Martorelles también compró en 2015 la nave de la antigua fábrica de lavadoras New Pol y en 2017, las instalaciones de la marca de calefacciones y componentes de motocicletas Manaut.
Estas operaciones responden a una estrategia del grupo para la regeneración de solares industriales en desuso u obsoletos.
En Cataluña, que cuenta con una tasa de disponibilidad de espacio logístico muy escasa, también se ha decantado por esta opción Goodman, que ha desarrollado la nueva estación de Amazon en Montcada i Reixac sobre los antiguos terrenos de la planta de producción de General Cable.
Por su parte, Prologis ha adaptado un espacio de 8.000 m² en Sant Boi de Llobregat, dedicado a un proceso fabril en lugar de logístico, para su uso por parte de un distribuidor de equipos de climatización, calefacción, ventilación y refrigeración.
Desarrollos en Madrid
En cuanto a Madrid, Goodman ha adquirido por 26,6 millones un total de seis parcelas ubicadas en las antiguas instalaciones de la fábrica de Iveco-Pegaso, donde se desarrolla un gran parque logístico.
Junto a ellas, se encuentran los 108.457 m² distribuidos en 11 parcelas que compró a GreenOak en 2020 por unos 37 millones.
En la localidad de Getafe, también ha revitalizado 143.000 m² de terrenos industriales para convertirlos en un gran parque logístico en el que se instalarán empresas de e-commerce, logística de terceros y de retail.
La instalación, cuya finalización está prevista para finales de 2022, ha permitido reurbanizar un suelo industrial en desuso para convertirlo en un desarrollo vanguardista y sostenible, evitando así la erosión de suelo virgen y con valor ecológico.
Además, tras la demolición de la fábrica que anteriormente ocupaba estos terrenos, se han reciclado hasta 75.000 metros cúbicos de material, que ha sido tratado posteriormente para su recuperación y reutilización en las nuevas instalaciones,reduciendo así el impacto medioambiental.
Igualmente, en la localidad de Fuenlabrada, Stoneweg compró a finales de 2020 la antigua planta embotelladora de Coca-Cola, para convertirla en un parque logístico de grado A, con más de 110.000 m² de espacio disponible.
Desde la empresa, lo definen como “una de las últimas bolsas de suelo logístico finalista de gran tamaño disponibles en la capital” y señalan la “considerable escasez de stock industrial de grado A en España”.
Otros proyectos
También destaca el proyecto de Aquila Capital en Málaga, donde se ha hecho con parte de los terrenos de la antigua fábrica de Bacardí, que se encontraban en desuso desde el año 2008.
El nuevo desarrollo logístico cuenta con 72.102 m² de superficie, que se distribuirán en plataformas sostenibles ‘BigBox’ de entre 15.000 y 47.000 m².
[sumario]Goodman ha revitalizado terrenos industriales en Getafe para convertirlos en un gran parque logístico donde se instalarán empresas de e-commerce y retail.[/sumario]
En su caso, Montepino adquirió en 2020 un suelo de casi 115.000 m² en Málaga, en los terrenos de la fábrica textil de Intelhorce,para su transformación en un desarrollo logístico para Amazon.
La iniciativa, que está avanzando algo más lento de lo que estaba previsto por la necesidad de resolver algunos trámites pendientes, requiere una inversión de unos 80 millones de euros.
Otro proyecto llamativo en este sentido es el de VGP en el municipio vizcaíno de Sestao, en la ría de Bilbao.
La promotora se ha hecho con el concurso para ocupar los terrenos donde se ubicaba anteriormente el astillero de La Naval,que ocupan una superficie total de 280.000 m².
Aunque por normativa, está obligada a mantener el uso industrial para parte de los terrenos, su intención es levantar allí un parque logístico, que destacará por el mantenimiento de algunos de los elementos más icónicos del astillero y la explanada junto al agua.
Todavía no han trascendido demasiados detalles al respecto, pero los interesados podrán alquilar naves desde los 2.500 m², y se ofrecerán soluciones personalizadas para las grandes operaciones logísticas que puedan desarrollarse.
Regeneración de espacios logísticos
Otra tendencia clave que es preciso tener en cuenta ante la falta de espacio logístico, es la regeneración de otras instalaciones logísticasque se hayan quedado obsoletas o que sea necesario adaptar para nuevos usos relacionados con actividades de e-commerce o última milla, por ejemplo.
Prologis, que cuenta con un equipo en España con un gran conocimiento en el sector a la hora de readaptar y modernizar instalaciones, ha renovado recientemente su proyecto Park Circuit DC1, adquirido en febrero de 2020 entre los municipios de Montmeló y Granollers.
También ha hecho lo propio en solo cuatro meses con el de Prologis Park Azuqueca DC1,en esta localidad del llamado Corredor del Henares.
Desde la promotora, consideran que la modernización de edificios logísticos supone una gran oportunidad para satisfacer la demanda emergente del e-commerce, adaptando estos activos a las nuevas necesidades que plantean los clientes,que cada vez apuestan más por el despliegue de operativas omnicanal.
En su opinión, un proceso de reacondicionamiento genera nuevo valor para el territorio, al mismo tiempo que contribuye a la reducción de la huella de carbono gracias a la apuesta por la automatización y la eficiencia energética.
En España, es una opción más común en las segundas y terceras coronas de mercados como los de Madrid y Barcelona, como consecuencia de la escasez de suelo que se está registrando en las áreas urbanas más cercanas al consumidor final.