ASTIC, asociación representativa del transporte internacional por carretera español, rechaza el nuevo Libro Blanco de la Comisión, denominado “Hoja de Ruta para una única área de transporte europea. Hacia un sistema de transporte competitivo y eficiente con los recursos”. Según la asociación, “reincide en una perspectiva sobre la política del transporte fracasada por estar basada en premisas falsas y tener objetivos irrealizables".
Concretamente, la Comisión pretende que el transporte ferroviario de mercancías y por aguas interiores alcance un 30% del conjunto del transporte de más de 300 Km para el año 2030 y el 50% para el año 2050. Para ASTIC, se trata de objetivos imposibles de alcanzar, pues el Libro Blanco de 2001, que pretendía desvincular el crecimiento económico del transporte por carretera a través de la transferencia al ferrocarril, no parece haber tenido mucho éxito.
La asociación afirma apoyar la intermodalidad y la comodidad, “pero haciendo, a todo el sistema ferroviario y a todo el sistema marítimo, más eficaz, más competitivo en costes, quitando las ineficiencias y eliminando la intervención pública, pero no maniatando a la carretera”.
ASTIC lamenta la pretensión del nuevo Libro Blanco de seguir insistiendo en los mecanismos de tarificación de infraestructuras como vía de trasvase modal, haciéndolos obligatorios, pues esto supondría, según afirma la asociación, “un perjuicio importante, no sólo para los operadores, sino para el conjunto de la economía de los países periféricos”.
Además, ASTIC recuerda que según un reciente estudio de la IRU, presentado en septiembre de 2010, si todos los países de la UE aplicaran los mecanismos que propuso la Comisión en su última propuesta de modificación de la Directiva de Tarificación de Infraestructuras, habría dos países que saldrían ganado en todos los escenarios por encima de 20.000 millones de euros anuales, Francia y Alemania. España, por su parte, saldría perdiendo alrededor de 45.000 millones de euros anuales.