La aerolínea irlandesa ASL Aviation Holding ha decidido poner fin a la actividad de ASL Airlines Spain, la antigua Pan Air, dos años después de haber comprado la sociedad, debido a que prefiere centrar sus operaciones en otras bases europeas y a la obsolescencia de sus ocho aeronaves.
La decisión ha puesto el foco sobre FedEx, ya que la compra de TNT, que en aquel momento era propietario de Pan Air y atravesaba serias dificultades económicas, supuso un grave problema para la aerolínea, que fue vendida a ASL, según recuerda el diario Expansión.
La empresa ha instado ya a los trabajadores a constituir una comisión negociadora, que aspira a evitar el cierre o al menos, lograr las mejores condiciones para los empleados, en forma de prejubilaciones y posibles recolocaciones.
Además, se han propuesto demostrar la existencia de un pacto oculto entre FedEx y ASL para entregar la empresa española a la segunda y propiciar esta situación. Por ello, reclamarán a la dirección todos los acuerdos suscritos con el grupo norteamericano.
En esta misma línea, el sindicato de pilotos de líneas aéreas Sepla ha puesto en cuestión el cierre, ya que aseguran que no se debe a ninguna motivación económica u operacional, sino a un interés fiscal preferente de la compañía en Irlanda, con condiciones más ventajosas.
Así, alegan que la sociedad es viable económicamente, ya que nunca ha presentado pérdidasy entienden que se ha provocado una "deslocalización intencionada" para favorecer a otras bases de ASL. Anticipan también que en un futuro ocurrirá lo mismo con la de Bélgica.