Con una inversión de 500 millones de euros, en la terminal se manejarán cerca de un millón de contenedores de 20 pies o más, una cifra que hace necesario el uso de máquinas para conseguir un rendimiento continuo, sin interrupciones y fiable. Así, el objetivo es conseguir una mejora de la producción de el 50% en comparación con las grúas operadas manualmente por un estibador.
A diferencia de las grúas tradicionales, la grúa automatizada se opera de forma remota desde una torre de control. De esta forma, el operador supervisa la operación delante de un ordenador, y su visión no se ve distorsionada por el viento, la lluvia o la niebla.
Además, también se tratará de agilizar el transporte por carretera de los contenedores, para lo que se establecerá un sistema de reserva de citas para la recogida. Si el conductor no llega a la ventanilla después de dos horas de haberle llamado, el conductor deberá entrar en una zona de espera y solicitar una nueva cita.
En general, se ha diseñado la terminal para que sea más segura y permita tener una mejor integración entre los diversos modos de transporte, disminuyendo el tiempo para cargar los contenedores, además de ser una instalación cero emisiones.