La comercialización de los camiones eléctricos está cada vez más cerca, pero quedan por solventar detalles fundamentales para equiparar su precio al de sus homólogos diésel. Las baterías suelen ser el componente más caro de un vehículo, pudiendo alcanzar más de la mitad de su coste, debido principalmente al precio de las celdas, el de la propia batería y su vida útil.
En lo que se refiere al precio de las celdas, se ha registrado una reducción del 20,5% anual, pero se prevé que los fabricantes de automóviles compren la gran mayoría de la producción en los próximos años, por lo que quedarán pocas unidades para el mercado de vehículos industriales y adquirir una de ellas será más caro.
En lo que respecta a la vida útil de las baterías, la cantidad de energía que pueden almacenar va reduciéndose a lo largo del tiempo según el uso y las condiciones en que se utilizan. Se considera que han llegado a su final cuando alcanzan el 80% de su capacidad inicial, si bien su duración depende en gran parte del uso del vehículo.
Por ello, se está trabajando en el desarrollo de tecnologías capaces de aumentar su flexibilidad y modularidad, de modo que los operadores puedan especificar con antelación la capacidad que necesitan y reducir los gastos de explotación.
Uno de los especialistas que más está avanzando en el desarrollo de baterías de ión-litio es Vantage Power, dedicada a estas tecnologías y a su integración en el vehículo, que fué adquirida por Allison Transmission en abril de 2019.
Esta incorporación se une a la de AxleTech, que diseña, fabrica, comercializa y suministra ejes y soluciones integrales de ejes electrificados para vehículos pesados. Todo ello permitirá al grupo seguir innovando en las actuales tecnologías de propulsión, complementando su actual enfoque hacia la electrificación de los camiones.