Las inversiones en la mejora de la línea ferroviaria Zaragoza-Teruel-Sagunto-Valencia, estimadas en 335 millones de euros hasta 2022, están garantizadas, aunque se prorroguen los Presupuestos Generales del Estado, PGE, ya que Adif tiene "capacidad suficiente para abordar todos los proyectos que están en marcha".
Así lo ha señalado su presidente, Juan Bravo, tras la segunda reunión de la comisión de seguimiento del Corredor Cántabro-Mediterráneo, en la que ha repasado los avances que ha habido en la línea en los últimos seis meses, como la supresión de ocho limitaciones de velocidad o la reducción en un máximo de tres horas en servicios de mercancías.
Respecto a la puesta en marcha del sistema tren-tierra, Bravo ha avanzado que a finales de año finalizarán las obras del tramo pendiente Zaragoza-Teruel. Además, para que los trenes de mercancías puedan incrementar su capacidad de transporte, está previsto invertir 1,3 millones para reforzar 11 puentes y estructuras que permitirán pasar de 20 a 22,5 toneladas por eje.
Los proyectos de los apartaderos estarán terminados a final de año para su licitación a principios de 2018, y en el caso de que el presupuesto supere los cerca de 13,5 millones aportados por la Autoridad Portuaria de Valencia, la diferencia la asumirá Adif. También está prevista para entonces la licitación del proyecto de electrificación de la línea.
Plan director de mejora de la línea
En la próxima reunión de la comisión, en enero de 2018 en Valencia, estará ya listo el plan director de mejora de la línea, con información en detalle de los proyectos redactados, plazos de todas las actuaciones e inversiones, así como una hoja de ruta para realizar el seguimiento.
En cuento a la inversión, la cifra estimada podría variar una vez redactados todos los proyectos. Asimismo, sigue pendiente la declaración de impacto ambiental entre Teruel y Sagunto, que retrasará a 2022 el horizonte para que la infraestructura sea una realidad.