La matriculación de remolques y semirremolques pesados en 2023 ha superado las 14.000 unidades. A medio camino de los dos años anteriores, termina algo por debajo del 2022 (-2,3%) y algo por encima de 2021 (+1,7%).
La evolución del mercado de semirremolques se articula en tipologías de vehículos muy distintos que dependen de diferentes sectores. La producción industrial tiene reflejo en lonas y cisternas ADR. El sector agroalimentario en frigos y cisternas ATP. El consumo privado en furgones. Los basculantes dependen de obras públicas, construcción y actividades agrícolas y forestales. Esto explica que la evolución global no refleje los resultados de ningún tipo concreto y que se hayan registrado ascensos del 26% en furgones, junto con bajadas del -18% en portacontenedores.
La variación mensual del Índice de Producción Industrial (IPI) en el año 2023 ha estado en torno al +1%, destacando la producción de bienes de equipo (+5,7%) y los bienes de consumo duraderos (+2,9%). Ello influye directamente en el aumento del 5% de lonas, con una fuerte dedicación industrial.
El mercado de semirremolques ha roto parte de la estacionalidad habitual por efecto de la entrada en vigor en verano del nuevo tacógrafo. Aunque el efecto en los vehículos a motor ha sido mucho mayor, en vehículos remolcados hay una evolución opuesta antes y después de la fecha de entrada en vigor de la norma. En el primer semestre el descenso llegó al -6,7%, frente al +2,5% del segundo semestre.
Otro ejemplo claro son las cisternas sobre rígido, que desplazaron a la producción de cisternas sobre semirremolque, originando una subida conjunta de la fabricación, pero con ascensos de rígidos del 28% y bajadas de semis de -11%.
Un dato preocupante es la escasa contribución de la demanda exterior en el crecimiento del PIB, que se soporta casi por la demanda interna. La exportación no tira tanto de la economía, y eso tiene impacto en la producción de los fabricantes nacionales con mayor presencia en otros países.
El índice de confianza empresarial aumenta ligeramente para el primer trimestre de 2024, de 133,2 a 134 y en el transporte se sitúa en 137,6. Como dato negativo, hay una pequeña reducción de utilización de la capacidad productiva en el comienzo del año. Otro factor es el aumento de precios medio del 3,1%, empujado por una subida anual del 7,3% de los alimentos. Por eso, aunque el consumo privado aparezca en positivo por el aumento de facturación, la cantidad de bienes ha descendido.
El mercado de semirremolques ha roto parte de la estacionalidad habitual por efecto de la entrada en vigor en verano del nuevo tacógrafo.”
Por otro lado, la energía ha moderado su ascenso y la previsión es que la inflación tenga mejor comportamiento a lo largo de 2024, influyendo en el consumo privado. La bajada progresiva (aunque lenta) de tipos y las futuras modificaciones en masas y dimensiones nacionales e internacionales compensarán un bajo crecimiento del PIB, menor que la propia inflación, manteniendo el mercado activo y con tendencia al alza a medio y largo plazo.
La consecuencia de todos estos factores es que las previsiones para 2024 son de estabilidad en los primeros meses, para recuperar los números positivos a medida que avance el ejercicio.