Mercedes Benz presentó el año pasado su camión eléctrico eActros 600 de larga distancia, en un contexto de creciente evolución de los vehículos pesados electrificados.
La marca alemana ya ha entregado las primeras unidades de su tractora eléctrica enseña a los primeros clientes para llevar a cabo los pilotos antes de su comercialización en serie.
En este sentido, Mercedes-Benz ha hecho entrega de los primeros eActros 600 a dos clientes en Alemania este pasado mes de abril para el desarrollo de pruebas de este camión eléctrico en operativas de transporte reales.
Por un lado, Contargo utilizará una de estas unidades durante varios meses para el transporte de contenedores entre el puerto de Wörth y distintos puntos de carga y descarga.
Se prevé que el eActros 600 asignado recorra más de 800 kilómetros al día. Con más detalle, en una primera fase, el vehículo se cargará en una estación de carga rápida situada en la terminal de Contargo en Karlsruhe, para más adelante utilizar una electrolinera propia de la compañía.
Este operador logístico está desarrollando su propia red privada de recarga para camiones eléctricos pesados con noventa puntos de carga en 18 ubicaciones, la más grande de Alemania.
Por otra parte, Remondis destinará el eActros 600 en pruebas a los servicios que se desarrollan como parte del proyecto HoLa en Colonia para probar el uso de infraestructura de recarga para vehículos pesados.
De igual modo, la unidad se utilizará principalmente para el transporte de materias primas recicladas.
Además, Mercedes-Benz tiene previsto distribuir nuevos eActros 600 de prueba a más clientes para ensayar en diferentes servicios.
Autonomía extendida
El eActros 600 cuenta con una autonomía de unos 500 kilómetros y está equipado con un sistema para la recarga rápida de sus baterías de litio ferrofosfato, LFP.
El vehículo también se caracteriza por una cadena cinemática especialmente equilibrada que garantiza una experiencia de conducción muy agradable.
Además, el elevado nivel de eficiencia energética del camión brinda numerosas ventajas económicas a las empresas de transporte, que también se beneficiarán de un gran nivel de seguridad. Igualmente, la mayor parte de las aplicaciones de transporte de larga distancia no exigen una autonomía superior a los 500 km y las propias normativas sobre los tiempos de conducción limitan a menudo la necesidad de autonomías más largas.