El camino hacia la electrificación en el transporte

Los nuevos objetivos de reducción de emisiones obligan a acelerar el paso en la electrificación, si bien la penetración de los vehículos electrificados está aún por debajo de los niveles de la UE y es necesario dar un fuerte impulso al desarrollo de la infraestructura de recarga.

15/07/2024 a las 21:05 h
eSprinter y eActros carga electrica Mercedes Benz

España sigue avanzando en materia de electrificación, con el firme objetivo de lograr un transporte descarbonizado en los plazos marcados por la normativa europea. Sin embargo, aún se encuentra lejos del ritmo alcanzado por el conjunto de la UE.

Cabe recordar que las emisiones de CO2 de los camiones y autobuses a nivel europeo tendrán que reducirse un 45% entre 2030 y 2034, un 65% entre 2035 y 2039 y un 90% a partir de 2040.

Asimismo, se ha establecido un objetivo de reducción del 100% tanto para turismos como para furgonetas a partir de 2035. 

Sin embargo, el indicador global del Barómetro de Electromovilidad de Anfac, que valora la penetración de los vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público en España, ha alcanzado 14,1 puntos en 2023, frente a la media europea, que logra una valoración de 27,4 sobre 100.

Del mismo modo, el vehículo electrificado solo representó el 12% de la cuota del mercado en 2023, mientras la media europea está en el 22,3%. A su vez, el indicador de penetración del vehículo electrificado logró una valoración de 21,5 puntos, que supone un incremento de 4,6, pero España se sitúa a la cola de Europa, solo por delante de Italia, Hungría y República Checa.

La media europea está en un 40,4, destacando la caída de 7,2 puntos en Alemania frente a los crecimientos de Países Bajos, Portugal y Francia.

Electrificación por tipo de vehículo

En 2023, en España se vendieron 124.628 vehículos electrificados, un 47% más que en 2022, alcanzando el 11% del mercado. 

De esta cantidad, 113.784 unidades corresponden a turismos, según el Informe Anfac de Vehículo Electrificado, que representan el 12% del mercado. 

España se queda rezagada aquí, pues la cuota media europea de turismos electrificados en 2023 fue del 22,3%.

Por su parte, los comerciales ligeros electrificados supusieron el 6,8% de las ventas en 2023, con 9.965 unidades. 

Dada la funcionalidad de este tipo de vehículos, predominan en el mercado los vehículos eléctricos de batería, que suponen casi la totalidad de las ventas de comerciales ligeros electrificados.

 En cambio, la electrificación de los vehículos industriales se encuentra aún en un estado poco avanzado, dada la mayor complejidad de dar solución a sus necesidades con este tipo de motorización. 

Es por ello que las ventas de industriales electrificados apenas llegan al 1,2% del total, con 341 en 2023. No obstante, cabe apuntar que en el caso de los vehículos industriales de menor tamaño y destinados a la distribución urbana, la cuota de electrificación se sitúa en un 3,7%, frente al 0,7% de los camiones de más de 16 toneladas.

En los que respecta al parque total de vehículos electrificados, Anfac habla de un 1,3% de turismos electrificados, con 339.125 unidades, que baja al 0,7% en comerciales ligeros, con 26.390 unidades, y al 0,1% en industriales, con 592, aunque el porcentaje alcanza el 1,7% en autobuses, con 1.093.

Plantas españolas

Por otro lado, ha aumentando la fabricación de este tipo de vehículos en las plantas españolas y el número de modelos asignados a estas.

En concreto, la electrificación de la producción española de vehículos se situó en un 13,2% en 2023, frente al 12% de 2022 o el 9,3% de 2021.

Wayne Griffiths, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ha destacado en el último Foro Anfac el potencial de España en la fabricación de automóviles, resaltando su papel como segundo fabricante de Europa y octavo del mundo, tras superar a Brasil en 2023.

También ha insistido en el esfuerzo que están haciendo las fábricas españolas en su transformación para producir vehículos electrificados y ha destacado que el año pasado fabricaron 323.000, frente a los 17.000 fabricados en 2019.

España tiene por delante la oportunidad de ser un hub de la electromovilidad en Europa, explican en la patronal, pero necesita una estrategia-país firme y a largo plazo, una colaboración público-privada real y medidas consensuadas.

Puntos de recarga

En lo que se refiere a la infraestructura de recarga, España se queda de nuevo en los últimos puestos del ranking, con una valoración de 6,7 puntos sobre 100 en el indicador de infraestructura de recarga en 2023, con un aumento de 2,8 puntos según el Barómetro de electromovilidad de Anfac.

El país se sitúa muy lejos del ritmo de desarrollo de la media europea, que anota un crecimiento de 4,8 puntos, hasta los 14,4 puntos. 

No obstante, en 2023, la infraestructura de recarga de acceso público ha alcanzado los 29.301 puntos, lo que supone un notable aumento de 11.173 nuevos puntos de recarga.

La cifra, en cualquier caso, se sitúa lejos de los 45.000 fijados como objetivo para el año pasado si se quieren alcanzar las metas marcadas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y en el 'Fit for 55'.

Con una media de 610 puntos de recarga eléctrica de acceso público por millón de habitantes, España se encuentra lejos de la media europea, que se situó a cierre de 2023 en 1.408 puntos.

En total, existen en España 23.611 puntos de carga lenta, de menos de 50 kW, y 5.690 de carga rápida, de más de 50 kW. En este sentido, el 77% de los puntos de recarga de acceso público totales son de baja potencia, con tiempos de recarga mínimos de tres horas. 

Resulta fundamental en este aspecto el despliegue de puntos de recarga de al menos 150 kW para que el vehículo eléctrico pueda ser empleado en trayectos de larga distancia por carretera, ya que permitien tiempos de carga de entre 15 y 27 minutos. 

Asimismo, es esencial para el transporte pesado de mercancías y personas, pues los vehículos dedicados a este fin comienzan a cargar en potencias de 150 kW.

El 2023 se cerró con un total de 827 puntos nuevos con potencias de al menos 150 kW, si bien no existen aún puntos de carga de acceso público dedicados específicamente a vehículo pesado.

Adicionalmente, el informe identifica 7.728 puntos de recarga de acceso público fuera de servicio, bien por encontrarse en mal estado, averiados o que aún no se han podido conectar a la red. Esta cifra representa el 21% de la infraestructura total.

La Asociación calcula que si todos los puntos presentes en España estuviesen disponibles, habría 37.029 puntos de recarga de acceso público.

Desde Anfac, abogan por la sustitución urgente del actual Plan Moves por un plan con ayudas directas, y el establecimiento de un Centro Estatal para el despliegue de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos y repostaje de vehículos alternativos.

También reclaman una fiscalidad que incentive la compra del vehículo de cero y bajas emisiones, y el refuerzo de la política industrial para atraer nuevas inversiones y proyectos.

La visión europea

Desde la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles y Camiones, Acea, están firmemente comprometidos con la descarbonización y afirman que se están inviertiendo más de 250.000 millones de euros en electrificación, pero denuncian que no pueden hacer esta transición solos.

En su opinión, Europa tiene que crear las condiciones para aumentar la competitividad y la demanda en el mercado de vehículos eléctricos. 

Estas condiciones incluyen infraestructuras de recarga y recarga de hidrógeno, un suministro suficiente de materias primas críticas, un mejor acceso a la financiación y nuevos incentivos de mercado. 

En un contexto económico difícil como el actual, es crucial garantizar que se dan las condiciones para reducir el riesgo de las inversiones en nuevas tecnologías y la adaptación de las instalaciones y la mano de obra.

Además, los sectores de la automoción, la tecnología y la energía deben cooperar estrechamente si Europa quiere seguir en la carrera, pues EE.UU. y China ya han subido la apuesta, y han comprendido la importancia estratégica de sus industrias automovilísticas.

Desde Acea, insisten en que Europa necesita mucho más que regulación si quiere seguir siendo líder en sostenibilidad y presentándose como una región atractiva para invertir y construir industrias estratégicas.

Los vehículos eléctricos son parte de la solución para combatir el cambio climático, pero ¿dónde está la estrategia industrial europea para respaldar esta ambición?

La asociación cree que la transformación desde el motor de combustión hacia la batería eléctrica implica cadenas de valor totalmente nuevas, que Europa aún no ha desarrollado plenamente.

La transición a la era digital también ha provocado profundos cambios en los modelos de negocio de los fabricantes. 

Manifiesto #FutureDriven

En este contexto, la Asociación ha elaborado el Manifiesto #FutureDriven, adaptado a las necesidades y retos específicos de los camiones y autobuses de cero emisiones. 

En él, formulan cinco recomendaciones políticas de cara al próximo mandato de cinco años a nivel europeo.

En primer lugar, creen que ya es hora de volver a incluir la estrategia industrial en la agenda, estableciendo una estrategia que abarque todos los pasos de la cadena de valor digital y ecológica.

Esto incluye desde la I+D, la minería, el refinado, los componentes y la fabricación; hasta las redes de recarga, la energía, los incentivos a la compra y el reciclaje.

También es fundamental adoptar una visión estratégica, e ir más allá de un enfoque centrado en la acumulación de normativas, desarrollando una estrategia cohesionada que garantice certidumbre en la planificación a largo plazo, así como plazos suficientes, así como alternativas viables para tecnologías específicas.

Es preciso ampliar la infraestructura de recarga eléctrica y de recarga de hidrógeno.

Por otro lado, se debe garantizar la igualdad de condiciones para los vehículos europeos fabricados de forma sostenible, defendiendo unas normas comerciales justas y libres, y asegurando el acceso a los suministros esenciales. 

En cuarto lugar, es importante hacer de la neutralidad tecnológica un principio rector que guíe cualquier propuesta regulatoria, y finalmente, se debe garantizar la movilidad accesible y asequible de personas y mercancías para todos los ciudadanos y empresas europeos.

Dada la magnitud de la transformación, Acea propone una hoja de ruta basada en tres pilares: oferta, producción y demanda. Además, desarrollará un plan de acción para cada uno, que se pondrá en marcha en los próximos meses y años.

Por la parte de la oferta, es indispensable garantizar un suministro fiable de materiales críticos, piezas, componentes y energía, promover una cadena de valor sostenible y socialmente responsable, acelerar la tramitación administrativa de procedimientos, y facilitar el acceso a materias primas esenciales mediante acuerdos comerciales.

En el ámbito de la producción, es importante hacer de Europa un centro de fabricación de vehículos ecológicos e inteligentes, así como crear las condiciones necesarias para fabricar una gama completa de vehículos de cero emisiones que resulte rentable producir en Europa.

Al mismo tiempo, se debe acelerar la reconversión de la mano de obra de la industria, mejorar la circularidad de la automoción, impulsar el desarrollo de vehículos definidos por software y desarrollar vehículos automatizados.

En lo que respecta a la demanda, los fabricantes creen que es preciso ampliar la infraestructura de recarga eléctrica y de recarga de hidrógeno en toda la Unión Europea, e impulsar el despliegue de vehículos de cero emisiones mediante políticas y tecnologías.

Asimismo, reclaman la ampliación de los incentivos a la compra, los sistemas de contratación y las ventajas fiscales para consumidores y empresas.

Perspectivas 

Para 2024, el sector del transporte de mercancías espera grandes avances en la electrificación, pues los diferentes fabricantes ya han comenzado a presentar sus primeros modelos de camiones eléctricos. 

Además, la Unión Europea ha aprobado objetivos vinculantes de instalación de puntos de carga.

Los vehículos eléctricos son parte de la solución para combatir el cambio climático, pero ¿dónde está la estrategia europea para respaldar esta ambición?”. 

Para 2026, deberían instalarse estaciones de recarga eléctrica para automóviles con una potencia mínima de 400 kW cada 60 km a lo largo de las rutas de la red básica de la RTE-T. La potencia deberá aumentar a 600 kW para 2028. 

Además, cada 120 km tendría que haber estaciones para camiones y autobuses, y es preciso que para 2031 las estaciones de repostaje de hidrógeno se desplieguen al menos cada 200 km.

En este contexto, desde la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica se ha reclamado al Gobierno no llegar tarde a esta transformación y se han presentado varias propuestas para la consecución de los objetivos de la regulación del reglamento europeo AFIR en el transporte rodado pesado con vehículos eléctricos.

En su opinión, los operadores logísticos deben estar en el centro de la estrategia, que deberá contar con un plan a nivel nacional y autonómico que impulse el cumplimiento de los objetivos. También deben implementarse ayudas que permitan un precio de la recarga competitivo y simplificar los trámites a nivel nacional para poder desarrollar una infraestructura de recarga en plazos alineados con los objetivos.

Una de sus propuestas clave es la creación de una ventanilla única para la infraestructura de recarga, estableciendo un plazo máximo de respuesta con silencio administrativo positivo.

Igualmente, es preciso poner a disposición de operadores de recarga y operadores logísticos un mapa de capacidad de red a nivel de punto de conexión, y facilitar a los transportistas información sobre los camiones eléctricos disponibles en el mercados.