La ocupación media de los almacenes de productos congelados en España ha empezado 2024 en un 78,07%, ligeramente por debajo de los niveles de 2023, un año que presentó algunas fluctuaciones. En concreto, la ocupación comenzó con un 79,50% en el primer trimestre, alcanzando su punto más alto en el segundo con un 80,80%. Ya en el tercer trimestre, se situó en un 78,87%, llegando en el cuarto a un 78,50%.
Según el informe trimestral sobre el almacenamiento en frío y las explotaciones frigoríficas que elabora la Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España, Aldefe, junto a la Universidad de Zaragoza, las Islas Canarias muestran entre enero y marzo de 2024 la tasa más alta de ocupación con un 85,74%, seguidas por la Comunidad Valenciana con un 83,04% y la región Centro con un 82,95%.
Cataluña, por su parte, registra una ocupación del 78,09%, ligeramente por encima de la media nacional. Las cifras disminuyen en Asturias y Galicia con un 75,30%, mientras que el Norte presentan una ocupación del 71,83%, y a región con menor ocupación es el Sur, con un 66,27%.
Indicadores de actividad
En su caso, la facturación total del sector se ha situado en 112.658.398 euros, lo que implica una disminución del 0,23% respecto al cuarto trimestre de 2023.
Cabe apuntar que ha superado los 100 millones de euros en varios trimestres de 2022 y 2023, con el máximo registrado en el cuarto trimestre de 2023.
La facturación por metro cúbico también ha experimentado un crecimiento constante desde el primer trimestre de 2021. Alcanzó su punto máximo en el cuarto trimestre de 2023 con 16,13 eur/m3, y en el primer trimestre de 2024 se mantiene estable en 16,09 eur/m3.
Por otro lado, el indicador de toneladas manipuladas por metro cúbico ha alcanzando su punto más bajo en el primer trimestre de 2024, con 0,17 toneladas por metro cúbico.
En cuanto al número de empleados por cada 10.000 m3, refleja una expansión sostenida en la fuerza laboral del sector y un aumento en la mano de obra necesaria para gestionar los volúmenes crecientes de mercancías manipuladas. En concreto, se situá en 5,86 empleados en el primer trimestre de 2024.
En cuanto al reparto por categorías de los productos demandados, a la cabeza se encuentran los pescados con el 19,59 %, seguidos de las carnes con el 18,56% y de los elaborados con la misma cifra.
Después, se sitúan el grupo de las verduras con el 16,49% y el segmento de pan y varios, con el 14,43%. Completan la lista los lácteos con el 9,28% y los productos farmacéuticos, con el 3,09%.
Nuevas tecnologías
Tal y como indican en sus últimos informes Aldefe y la Universidad de Zaragoza, el avance de la robótica y la inteligencia artificial en el sector promoverá una mayor eficiencia, seguridad y sostenibilidad. Las nuevas tecnologías ayudarán a impulsar la industria alimentaria, especialmente en lo que se refiere a alimentos congelados.
Por un lado, destaca la introducción de cobots y nuevas estrategia de preparación de pedidos que están transformando el concepto de los almacenes tradicionales, optimizando los desplazamientos y reduciendo la carga física sobre los trabajadores.
A ello se suma la implementación de robots humanoides y los desarrollos en gemelos digitales, que favorecerán una mayor integración de la robótica en los centros de trabajo, que serán cada vez más automatizados. Además, la integración de plataformas inteligentes mejora la eficiencia operativa y la toma de decisiones basada en datos.
Por otro lado, la IA también está promoviendo cambios en el ámbito de la seguridad alimentaria y la logística, impulsando una mayor eficiencia y capacidad predictiva. En la logística a temperatura controlada, también permitirá asegurar el mantenimiento óptimo de la temperatura y la eficiencia energética.
Respecto a las innovaciones en tecnologías de congelación, permiten acortar los tiempos de producción y aumentar la eficiencia energética, además de mejorar la calidad de los productos. En este sentido, se mencionan la congelación rápida individual y la criogénica, que preservan el sabor y la textura de los alimentos, permitiendo ciclos de producción más rápidos y una respuesta más ágil.
Además, la tecnología de campo eléctrico pulsado ofrece una congelación no térmica, preservando la calidad de los alimentos. Por su parte, el procesamiento a alta presión utiliza presiones extremas para inactivar microbios sin comprometer las características de los productos.
En el ámbito de los envases y embalajes, Aldefe señala cómo el embalaje activo incorpora antimicrobianos para prolongar la vida de los alimentos, y el uso de plásticos reciclados en los envases contribuye a la sostenibilidad. Este enfoque no solo respalda la reducción del desperdicio de alimentos, sino también la eficiencia en la gestión de recursos alimentarios.
En su opinión, es importante adoptar soluciones integradas que apuesten por la innovación en la industria para lograr una gestión alimentaria más sostenible y equitativa.