La XCVI Sesión Plenaria del Consejo General de los Colegios de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros, celebrada en Málaga, ha dedicado un amplio espacio al análisis de la reforma del Código Aduanero de la Unión y sus efectos para la profesión.
El Consejo está trabajando ya junto a las organizaciones internacionales Confiad y Clecat para que las cuestiones más lesivas para el sector aduanero puedan ser planteadas y enmendadas. Además, hará llegar sus reservas e inquietudes directamente a los estamentos concernidos.
Uno de los objetivos es lograr la convivencia del OEA de simplificaciones aduaneras con la figura del Trust & Check. El sector teme que al no poder asumir las condiciones que impone, por la complejidad y "desproporcionada responsabilidad" que supone, se deje de operar con la diligencia deseable en el despacho de aduanas.
“Creemos que el Trust And Check está diseñado para megaempresas. No es atractivo para las pymes y, desde luego, tampoco lo es para nosotros porque, tal y como está diseñado en estos momentos, nos obliga a representar a nuestros clientes por la modalidad indirecta”, ha apuntado Antonio Llobet.
Otro de los efectos consiste en la implantación del 'EU Customs Data Hub', que habilita un sistema centralizado para la gestión eficiente de datos, el intercambio de información entre Estados y la mejora de la transparencia y la precisión en los procesos.
Sin embargo, el Consejo defiende la vigencia de la declaración aduanera porque es un recurso en el que se apoyan las empresas en sus operaciones de comercio exterior y es crucial para el control de mercancías peligrosas, productos falsificados, bienes de interés cultural, e infinidad de controles necesarios para que las mercancías lleguen a los consumidores. Según Llobet, “eliminando las declaraciones aduaneras se podría facilitar el contrabando y el fraude fiscal al disminuir el control directo sobre las mercancías importadas y exportadas”.
Los presidentes de los colegios de agentes de aduanas y representantes aduaneros también comentaron la difícil situación por la que atraviesan sus compañeros de Ceuta, Melilla y Algeciras desde el cierre fronterizo. Los miembros del CGA no vislumbran solución a corto o medio plazo y consideran que “el Gobierno de España no ha sabido exigir a Marruecos el cumplimiento de sus propios compromisos”.
En lo relativo a la incertidumbre que sufren los profesionales aduaneros de La Línea con motivo de la negociación del nuevo estatus de Gibraltar, se ha hecho hincapié en que “el cierre de esta aduana supondría la desaparición de todas las agencias de aduanas y tendría efectos muy graves en el tejido empresarial vinculado al transporte y la logística”.