La crisis sanitaria ha supuesto importantes cambios en los hábitos de consumo que los expertos estiman que serán duraderos e incluso permanentes.
La incertidumbre que implica la falta de un tratamiento eficaz para la enfermedad y las dificultades que se abren en este complejo panorama económico internacional marcan una apuesta clara por la tecnología, como palanca de competitividad.
Lo cierto es que la penetración del canal on-lineha crecido con fuerza en España y que, además, está en condiciones de aprovechar el potencial que ofrecen tecnologías como el blockchain o la inteligencia artificial, que aportan mejoras en cuanto a rendimiento, competitividad y rentabilidad.
Con todas estas iniciativas tecnológicas, las empresas buscan mejorar la visibilidad de las cadenas de suministro en un esfuerzo por ganar resiliencia frente a una crisis global.
En un escenario tan adverso, algunas de las cadenas logísticas más tensionadas, como puede ser el caso de la agroalimentaria, han demostrado una resiliencia que les ha permitido ofrecer un suministro correcto ante fuertes aumentos de demandapuntuales y con un abastecimiento comprometido las más de las veces.
Sin embargo, pese a los logros de un sector que ha dado la cara, la crisis sanitaria ha supuesto un duro golpe para las empresas del sector logístico que se ha traducido en caídas de facturación que han afectado de manera irregular a cada uno de los segmentos de actividad.
En este marco complejo se desenvuelven dos iniciativas legislativas que afectan a la actividad logística.
Por un lado, el Ejecutivo ha dado los primeros pasos en la elaboración de su futura Estrategia de Movilidad, que habrá de realizar cruciales aportaciones en el enrevesado ámbito de la distribución urbana de mercancías, en el que, por otra parte, se empiezan a ver cada vez más nuevas iniciativas, algunas relacionadas con los hubs urbanos con los que se pretende dar resupuesta a toda serie de problemas de competitividad que siguen acompañando crecimientos en los servicios como los que se han registrado en Madrid.
Por otro lado, las tensiones que se viven en el transporte de mercancías por carretera han devuelto a la palestra el debate sobre las condiciones de carga y descarga, un ámbito en el que vuelve a abrirse una negociación que debería zanjar de una vez la brecha existente entre los diversos actores de la cadena en momentos en que la colaboración es más necesaria que nunca.
De igual manera, el sector también espera lo que el Ministerio de Industria plasme, en colaboración con las asociaciones sectoriales, en su Agenda Sectorial del Transporte y la Logística, especialmente en todo lo relacionado con la transición digital y la sostenibilidad.
Iniciativas empresariales
Durante el último mes, las empresas del sector logístico han seguido impulsando proyectos para adaptarse a un escenario altamente inestable.
Así pues, por ejemplo, Maersk, cada vez más empeñada en convertirse en un integrador logístico, ha puesto en marcha una plataforma tecnológica para gestionar la cadena de suministro de extremo a extremo.
A su vez, GLS ha empezado a crear una red paneuropea para gestionar la logística inversa que generar las devoluciones de los pedidos de comercio electrónico.
Por otro lado, los máximos responsables de El Corte Ingléshan dado un espaldarazo al giro de la compañía hacia la omnicanalidad.
Mercadona, por su parte, sigue dando pasos en firme para seguir potenciando su red logística en el país, especialmente en Andalucía este pasado mes.
Al mismo tiempo, Palibex, consciente del papel que juegan los niveles de servicio en un escenario de fuerte crisis, comenzará a realizar entregas los sábados.
De igual modo, Logisfashion ha redoblado su apuesta por la internacionalización y ha reforzado su presencia en Iberoamérica a través de Colombia.
DIA y Amazon han ampliado su servicio 'Prime' a Sevilla en un escenario de fuerte crecimiento de los envíos de comercio electrónico.
A la vez, Cainiao ha puesto en marcha la primera ruta aérea entre China y España para entregar pedidos de AliExpress en plazos de diez días.
Alibaba, por su lado, ha intensificado su colaboración con la naviera Cosco en el desarrollo de las aplicaciones de la tecnología blockchain, tanto en el ámbito logístico, como en el marítimo.
En definitiva, la gestión de la cadena de suministro sigue siendo un elemento fundamental para mantener la actividad económica en tiempos de dificultades como los actuales