PostNL y Spring, su filial internacional, consumirán alrededor de cuatro millones de litros de biodiésel HVO100 para su uso como combustible en el transporte por carretera de su red europea, lo que garantiza una reducción de 12.000 toneladas de CO2 al año.
Aunque ambos operadores ya priorizan los desplazamientos a pie o en bicicleta y el uso de vehículos eléctricos para la entrega de correspondencia y paquetería en los Países Bajos, ahora han incorporado el HVO100 para el transporte a gran escala en los casos en que no se disponga de vehículos eléctricos.
La autonomía y la infraestructura de los camiones eléctricos está todavía en vías de desarrollo y, además, la disponibilidad de biodiésel HVO100 fuera de los Países Bajos es muy limitada. Sin embargo, gracias a que se puede integrar perfectamente en la actual red europea de gasóleo, PostNL y Spring, en colaboración con otros socios, han conseguido utilizarlo para el transporte internacional por carretera dentro de Europa.
Este biocombustible reduce significativamente las emisiones de CO2, NOx y partículas, llegando a emitir hasta un 90% menos de CO2 que el gasóleo convencional. Por ello, a partir de ahora, comprarán en biodiésel la cantidad equivalente que necesitarían para cubrir todo su transporte internacional por carretera en Europa y esta cantidad de HVO100 se añadirá a la red europea de gasóleo.
De esta forma, conseguirán reducir las emisiones al mismo nivel que si sus camiones funcionaran directamente con HVO100. Todos sus clientes se beneficiarán directamente de esta reducción de las emisiones de carbono, sin costes adicionales.
PostNL trabaja a para redicir el impacto medioambiental en toda su cadena de suministro, apostando por una logística sin emisiones y colaborando con el sector en soluciones de economía circular, entre otras medidas. Su objetivo es lograr un impacto prácticamente nulo en cuanto a emisiones de carbono para 2040, una década antes de lo establecido en los acuerdos sobre el clima.