Volvo Trucks está incrementando el uso de acero con bajas emisiones de CO2 en la fabricación de sus camiones.
La marca tiene previsto empezar a utilizar este acero producido con material reciclado y energía libre de combustibles fósiles en la producción de decenas de miles de camiones a partir del próximo año, con la vista puesta en utilizarlo en todas las cadenas cinemáticas.
Ya en 2025, los largueros del chasis de unos 12.000 camiones Volvo FH y FM estarán hechos de acero con bajas emisiones de CO2, con lo que se genera un ahorro de 6.600 toneladas equivalentes de CO2, y, a medida que aumente la disponibilidad de acero con bajas emisiones de CO2, esta material se introducirá en nuevos modelos de camiones, así como en otras partes de los vehículos.
Como resultado del uso de esta materia prima más sostenible en el proceso de montaje de las unidades, las emisiones de CO2 se reducen en alrededor de un 80% en comparación con la producción de acero convencional que utiliza energía fósil.
En esta misma línea, la marca sueca estima que el potencial para reducir las emisiones de CO2 es alto, ya que casi la mitad de un camión está compuesto de acero y representa aproximadamente el 44% de las emisiones de CO2 de la producción, desde su fabricación hasta el achatarramiento, del total de 21 toneladas de equivalentes de CO2 para el Volvo FH diésel.
Volvo Group colabora con diferentes proveedores para utilizar acero con bajas emisiones de CO2, con el que complementará al acero tradicional y reciclado que se utiliza en sus camiones.