La distribución urbana de mercancías y el reparto de última milla evolucionan a pasos agigantados hacia la electrificación, a medida que crece la oferta en el mercado de vehículos comerciales con unidades que, además, ya van contando con un rendimiento y autonomías que permiten cubrir intensas jornadas de trabajo en un segmento de actividad logística que, precisamente, trabaja a toda velocidad y en el que cualquier incidencia produce un cataclismo.
En paralelo, cada vez son más las limitaciones normativas que impiden a los vehículos más contaminantes acceder a los núcleos urbanos de cada vez más ciudades, en una tendencia que no parece que vaya a cesar en el marco europeo, de cara a los próximos años.
En este marco ciertamente contradictorio, e impactado desde el pasado mes de marzo por la crisis sanitaria, sigue creciendo la oferta de vehículos comerciales. Es más, parece como si la pandemia hubiese actuado como acelerador de un cambio tecnológico que ya se venía produciendo desde hace varios años. Así pues, no es de extrañar que cada vez más expertos piensen firmemente que ahora se ha abierto una oportunidad única para poder aprovechar los ahorros de costes que puede suponer para un impulso definitivo a la transición digital y energética en el sector logístico y de transporte.
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Precisamente una de las alternativas más recientes en llegar al mercado de las furgonetas eléctricas es la MAN e-TGE. Un vehículo que, además, aprovecha el importante desarrollo en tecnologías de movilidad que ha venido realizando la marca del Grupo Volkswagen en los últimos años.
Furgoneta de techo alto
La versión totalmente eléctrica de la furgoneta MAN está disponible en un principio como furgoneta con techo alto, con un volumen de carga de casi 11 metros cúbicos y una carga útil de aproximadamente una tonelada. El modelo cuenta con una autonomía de hasta 173 kilómetros, distancia que, según los cálculos del fabricante, cubre alrededor de las dos terceras partes de todos los trayectos por ciudad que actualmente se realizan con vehículos de motor de combustión interna.
Teniendo en cuenta que su utilización se circunscribe a recorridos de ámbito local, la autonomía de la unidad ofrece garantías para el trabajo diario, algo que se complementa con su facilidad de uso, el par motor continuo propio de los motores eléctricos, así como la ausencia de cambio de marchas y la ausencia tanto de ruido, como de vibraciones que suelen presentarse en los motores de combustión diésel tradicionales.
Para la recarga de las baterías, la MAN eTGE se puede cargar en un Wallbox de corriente alterna de 7,2 kilovatios en alrededor de cinco horas y media, aunque, para un uso más intensivo, también es posible una carga rápida de cero a 80% en 45 minutos si se dispone de una estación de carga de corriente continua con sistema de carga combinada (SCC) y una potencia de carga de 40 kilovatios.
Con un mantenimiento adecuado, una batería de 36 kWh solo pierde un 15% de su capacidad después de aproximadamente 2.000 ciclos de carga. Además, al tener las baterías dispuestas debajo del piso de carga ligeramente elevado, que está construido de la misma forma que en la versión de carrocería con tracción trasera y motor diésel, el cambio de cualquier celda es sencillo y ocupan poco espacio, por lo que la penalización del espacio de carga es asumible.
[sumario]“La actividad de reparto es uno de los sectores en que la electrificación y la incorporación de las nuevas tecnologías se está realizando con una mayor rapidez”.[/sumario]
El motor eléctrico de la unidad proporciona una potencia máxima de 100 Kw con una potencia en funcionamiento continuo de alrededor de 50 kilovatios. El par de 290 Nm está disponible desde el primer momento, lo que ofrece al volante una agradable sensación de potencia que no decae.
Al volante
Así mismo, la conducción sin marchas se agradece en los entornos urbanos, donde los motores tradicionales diésel obligan a utilizar contínuamente el cambio de marchas para adaptarse al tráfico. La suavidad del manejo de la unidad también se deja notar en la rápida respuesta a las variaciones en la presión sobre el pedal del acelerador, con una buena capacidad del vehículo para aprovechar las inercias y las frenadas regenerativas en energía eléctrica que permite alargar la autonomía, algo que, además, obligará a los conductores a jugar con una conducción más eficiente para poder exprimir a fondo la autonomía del vehículo.
El interior ofrece una sensación de control, con amplia visibilidad del contorno de la unidad, con cuadros de mando al alcance a través de una consola central que domina el salpicadero y muestra un importante volumen de información, acabados sobresalientes y elementos de conectividad avanzadosque permiten ganar productividad. En eTGE, MAN incluye mucho más que el nuevo concepto de tracción.
Se incluyen de serie cómodos asientos para el conductor y el acompañante, climatizador, calefacción en el parabrisas y los asientos, sistema de navegación y conectividad para teléfono, así como un moderno panel de instrumentos y los faros LED.
Precisamente la conectividad es uno de los valores que marca la diferencia en los vehículos MAN, fruto del cuidado que pone la marca en el desarrollo de las capacidades que ofrecen sus vehículos para estar en comunicación constante con los dispositivos del conductor y de la empresa, un valor sin duda que se aprecia cada vez en un sector en el que la información sobre la carga, la flota, los vehículos y los trabajadores es cada vez más un elemento crucial de competitividad.
Pero eso no es todo. MAN eTGE no tiene nada que envidiar en cuanto a seguridad a las TGE con tracción convencional. La furgoneta está equipada con sistemas de asistencia de aparcamiento con protección lateral, cámara multifunción, cámara de marcha atrás, sistema de control crucero, limitador de la velocidad, así como el sistema de observación del entorno con función de frenada de emergencia en ciudad; y, por supuesto, con el asistente de frenada de emergencia EBA (Emergency Brake Assist).
En definitiva, las furgonetas eléctricas siguen ganando terreno. Su versatilidad y el desarrollo tecnológico les permite contar con la autonomía suficiente para prestar servicios con garantías en un escenario que les es favorable desde el punto de vista legislativo. La MAN eTGE es un magnífico botón de muestra para demostrar el potencial y las garantías operativas que ya ofrece la electricidad en la distribución urbana de mercancías.