El e-commerce revoluciona la logística del siglo XXI (1ª parte)

El gran reto actual de la logística es el de resolver los problemas de la distribución al cliente final, conocido como última milla, que se encuentra en plena efervescencia, como consecuencia del crecimiento continuado que viene experimentando el e-commerce.

30/08/2017 a las 19:48 h

El e-commerce está dejando obsoletos los modelos tradicionales de distribución, almacenaje y transporte que han sido viables durante décadas.

La llegada masiva a todos los hogares de Internet, aquel extraño invento que a finales de los ‘60 permitió conectar dos universidades norteamericanas a través de la línea telefónica, ha supuesto una auténtica revolución en el mundo a todos los niveles

En apenas 20 años, la Red ha pasado de ser algo prácticamente desconocido a invadir y condicionar todos los aspectos de la vida, y puede asegurarse que ni las personas que han nacido antes de la era digital ni las formas de trabajar actuales parecen estar preparadas para los nuevos tiempos.

La logística y el transporte, pese a que pueden considerarse sectores innovadores que invierten constantemente en la mejora de procesos, son un claro ejemplo de que la rápida adaptación al cambio que exigen las reglas de juego actuales no son una opción ni un valor añadido, si no una obligación para permanecer en el mercado.

[sumario]El e-commerce, con un crecimiento anual superior al 20%, está dejando obsoletos los modelos tradicionales de almacenaje, transporte y distribución que han sido válidos durante décadas.[/sumario]

El e-commerce, con un crecimiento anual superior al 20% que se mantendrá previsiblemente en los próximos años, está dejando obsoletos los modelos tradicionales de distribución, almacenaje y transporte que han sido viables durante décadas.

También está tensando el flujo en cadenas de suministro de sectores económicos que, hasta la fecha, habían quedado al margen. Pero si algo ha cambiado es, sin duda, la ‘última milla’ de la distribución urbana y el sector de la paquetería.

Costumbres que empiezan a salir caras

Bajo el principio que se establece como pilar fundamental de cualquier empresa de servicios, “el cliente siempre tiene la razón”, el sector de la paquetería y los e-tailers están acostumbrando a los usuarios a una entrega casi inmediata, en el lugar que elijan y, por supuesto, sin coste adicional, tanto para la recepción de los pedidos como para la logística inversa de los mismos.

Los gigantes del comercio, como El Corte Inglés o Amazon entre otros, están ampliando sus capacidades operativas para llegar al cliente en sólo una o dos horas desde que pulsa el click de compra desde su ordenador o dispositivo móvil.

La posibilidad de poder mantener este servicio de calidad sin un traslado al precio por un tiempo prolongado ya ha sido puesta en duda por muchos expertos, y no son pocas las compañías que reconocen estar asumiendo pérdidas con este tipo de operaciones. No obstante, el cliente manda y, como señalan algunos, ¿a ver quién es el primero que se atreve a decirle que no?.

Entregas ultrarápidas

Y todo ello se produce mientras los gigantes del comercio, como El Corte Inglés o Amazon entre otros, están ampliando sus capacidades operativas para llegar al cliente en sólo una o dos horas desde que pulsa el click de compra desde su ordenador o dispositivo móvil.

Se necesita una cuenta de resultados holgada para poder poner en marcha un servicio de entregas ultra rápidas, lo que puede invitar a pensar que se excluye a un buen número de pymes del mercado on-line. Nada más lejos de la realidad.

[sumario]Muchos e-tailers son conscientes de que es prácticamente inviable lograr un100% de entregas exitosas, ya que hay demasiados eslabones como para que no ocurra ningún fallo.[/sumario]

Los operadores logísticos y las redes de paquetería invierten cada día, para poder satisfacer las entregas de pequeños e-tailers y comercios tradicionales que entran en Internet con plazos muy reducidos, entregando a los clientes finales en el mismo día o en menos de 24 horas. 

Además, muchos e-tailers son conscientes de que un 100% de entregas exitosas es prácticamente inviable, ya que hay demasiados eslabones en la cadena para que no ocurra ningún fallo.

Picos de demanda imposibles de satisfacer

Si lograr un porcentaje de éxito elevado es complicado de por sí, la dificultad se multiplica en los picos de demanda que se producen en fechas clave para la venta on-line, como el ‘Black Friday’ y el ‘Ciber Monday’.

En estos días, el e-commerce supera una y otra vez las previsiones más optimistas, rompiendo cualquier previsión de demanda, por loq que a los operadores no les queda otra que coordinarse con los clientes, aumentar los recursos en estas fechas y hacerlo lo mejor posible.

(continúa en la segunda parte)

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