Los transportistas que venían utilizando la autopista ferroviaria entre Le Boulou y Calais, desde el 29 de marzo, cuando se reanudó el servicio suspendido a los pocos días de su inauguración en enero, tendrán que prescindir nuevamente de subir los semirremolques al tren desde el domingo 10 de julio por un período indefinido.
VIIA, la filial de la SNCF que opera la autopista ferroviaria, ha justificado la medida por una "intensificación de los migrantes en los intentos de intrusión desde finales de junio, así como por la degradación de las mercancías transportadas que no había ocurrido antes".
El operador quiere dar tiempo para encontrar soluciones. "El servicio no se reanudará antes de septiembre. Vamos a trabajar con todas las partes interesadas para desarrollar los recursos humanos y técnicos necesarios para mejorar la seguridad, tanto en términos de la circulación de mercancías como en la terminal".
Suspensión, no cierre
Desde VIIA se pone el énfasis en que se trata de una suspensión, no de un cierre. "Llevamos trabajando en el proyecto desde hace cinco años y siempre hemos creído en el potencial comercial de esta línea que une España con el Reino Unido”.
En estos meses en los que ha estado en servicio la VIIA Britanica, la tasa media de ocupación ha estado en el entorno del 50%, “que se puede considerar como muy positivo para la fase de puesta en marcha", apuntan desde VIIA.
El operador, que venía ofreciendo una conexión diaria en ambos sentidos, tenía pensado aumentar a dos frecuencias diarias en el último trimestre del año.
Aunque desde la empresa no son capaces de valorar el impacto de la suspensión del servicio en este posible aumento, lo que si han dejado claro es que las nuevas medidas de seguridad no tendrán ningún impacto en el precio de los viajes.
Por su parte, el puerto de Calais ha informado que "intensificará los esfuerzos junto VIIA, transportistas y autoridades para establecer un acceso ferroviario sostenible y seguro al puerto de Calais más pronto como sea posible".