Con la llegada de los megacamiones a España, que está a la vuelta de la esquina, el director general de Acotral, Angel González, ha analizado en una Jornada organizada por Aecoc los beneficios y costes de los megacamiones con respecto a los vehículos tradicionales, tras exponer cuáles son las configuraciones idóneas actualmente.
Los resultados de la empresa, que lleva más de una década trabajando por la implantación de estos vehículos en España, parten de un análisis de su propia flota, que asciende a 2.576 vehículos, y de las operaciones en los 174 millones de km que estos recorren anualmente.
Frente al tradicional vehículo compuesto por tractora y semirremolque, tres configuraciones de vehículos euro-modulares destacan, en opinión de González, sobre las múltiples posibilidades, estas son la RDS323 (rígido+dolly+semirremolque), la configuración TSR232 (tractora+semirremolque+remolque)y la TSS223 (tractora+link trailer+semirremolque).
Considerándose estas configuraciones las más convenientes, si bien según el tipo de operaciones unas serán preferibles sobre otras, conviene conocer los beneficios y costes que estas tendrían con respecto a un camión de 40 tn para un empresa de transporte.
Así, si se toma como base 100 la correspondiente a una unidad estándar, constituída por una cabeza tractora con un eje motor y un semirremolque, para el caso de transporte frigorífico, la configuración rígido+dolly+semirremolque se erige como la que precisa una mayor inversión, superando en un 50% el coste de un vehículo pesado "normal", mientras que la configuración tractora+semirremolque+remolque superaría a este en un 43,66% y la que incluye el link trailer lo haría en un 47,89%.
Sin embargo, si se aplica el principio "2x3", es decir, que dos megacamiones en la carretera equivalen a tres camiones de 40 tn, la inversión en la configuración del dolly es prácticamente similar a la de los camiones tradicionales, mientras que las configuraciones TSR 232 y TSS 223 serían incluso más económicas.
Y eso considerando los precios actuales, que es de esperar que disminuyan en la medida en la que se vayan generalizando estos vehículos y por ende, sus costes unitarios de fabricación.
El incremento del coste por km rodado asciende a un 25% en la configuración más cara, la RDS 232, y se establece en un aumento del 20,65% en aquella en la que un semirremolque arrastra un remolque.
Por otro lado, el coste por tn/km se reduce cerca deun 13% si se utiliza la versión del dolly, un 15% en la del link trailer y un 16,7% en la TSR 232.
Medidos en palet/km, la reducción de los costes es incluso mayor, disminuyendo entre un 19% y un 22% en las tres combinaciones frente al vehículo tradicional.